: Te pido que me des sabiduría para trabajar y tomar buenas decisiones, que seas Tú esa hermosa luz que ilumine mi vida y me muestre el camino por el cual debo avanzar. Cuida mi espíritu, sálvame de envidias y ofensas; no permitas que caiga en la marea de la vida y sea yo quien juzgue critique, hable fuerte y mi palabra hiera, cause tristezas y dolor a alguno de mis hermanos. Ten Señor piedad de mi, apártame de los enemigos del alma.
Te ruego que me ayudes a sacar adelante a mi familia y a cumplir con cada una de mis responsabilidades. Por favor dame Tu mano cuando me sienta desfallecer y sé mi valle de paz, de calma y de reposo.
Ayúdame a recordar siempre que Tus planes son perfectos y que aunque ahora no comprenda muy bien lo que sucede en mi vida, muy pronto las dificultades del presente habrán de convertirse en las grandes bendiciones del futuro.
Por mi parte, yo trabajaré cada día feliz y con la certeza que solo da Tu compañía. Por favor acompáñame en cada una de mis acciones, dame fuerza para labrar mis campos, plantar la semilla y cuidar la que pronto ha de ser mi abundante cosecha.
Amado Dios, termino esta oración confiada, pues sé que Tú convertirás las crisis en oportunidades, los retos en enseñanzas y los problemas en bendiciones. Señor, Te amo y en Tus manos pongo mi vida y mi destino. Hágase Tu voluntad Señor y no la mía. Amén.