Despídete...
Despídete de todo aquello que se ha vuelto pesado,
de querer dar gusto a los demás,
de forzar corazones que se niegan a entrar,
de los sueños implantados,
de comodidades estancadas,
de rutinas enviciadas,
de contar los años sin vivirlos,
de sacrificios impuestos y alegrías postergadas.
Hay un buen año esperando afuera,
es tiempo de sacudir las hojas muertas,
dando paso a la esperanza,
floreciendo de nuevo, regresando los colores.
¿Si no es ahora cuando?
Ya es suficiente con estar vivos,
es momento de soltarse
y comenzar a ser, lo que siempre hemos querido.