QUERIDOS AMIGOS Y HERMANOS:
Dios les guarde y cubra con sus brazos de poder en esta noche.
Salmos 23. Dice:
El Señor es mi pastor,
nada me faltará.
2 En lugares de verdes pastos me hace descansar;
junto a aguas de reposo me conduce.
3 El restaura mi alma;
me guía por senderos de justicia
por amor de su nombre.
4 Aunque pase por el valle de sombra de muerte,
no temeré mal[e] alguno, porque tú estás conmigo;
tu vara y tu cayado me infunden aliento.
5 Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos;
has ungido mi cabeza con aceite;
mi copa está rebosando.
6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
y en la casa del Señor moraré por largos días.
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