Deposito en tus manos la fatiga y la lucha, las alegrías y desencantos de este día que quedó atrás.
Si los nervios me traicionaron, si los impulsos egoístas me dominaron, si di entrada al rencor o a la tristeza,¡Perdón Señor! Ten piedad de mí.
si me dejé llevar por la impaciencia,
Si fui espina para alguien, ¡Perdón Señor!
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